Capitulo 3.- La ausencia hace que el corazón este deseoso.

A la mañana siguiente Neko despertó con los pocos rayos de sol que entraban por la ventana. Miró a Sumiko.

Neko : *Así dormida, descansando tranquilamente y sin armar escándalo, cualquiera diría que no ha roto un plato en su vida … … en cambia solo se ha dedicado a romper vajillas enteras…*

Neko se levantó en silencio y se dirigió hacia la entrada donde se situaban sus maletas, cogió ropa limpia y se cambio.

Neko : Son la 8:47, supongo que las tiendas ya estarán abiertas (Mirando el reloj que llevaba en la muñeca).

Ella salió de casa y fue a la tienda de al lado a comprar un poco de comida para el día entero. Cuando volvió a casa encontró a Sumiko llorando desesperadamente en el suelo de la puerta de la entrada, antes de decir nada Sumiko se lanzó a abrazarla.

Sumiko : Pensé que te habías vuelto a marchar… (Aún con lágrimas en la cara)

Neko : (Empezando a reír) Pero mira que eres tonta…

Sumiko : (Sus lágrimas desaparecieron) Oye, que aquí la rubia eres tú… … (Comenzando a llorar de nuevo) Jo, yo pensé …

Neko : (Interrumpiéndola)  “Yo pensé, yo pensé …” Tú no pensaste, mi cama aún está en su sitio, mis maletas siguen aquí y mi coche sigue en la puerta, es más…

Sumiko : (Antes de que Neko pudiera continuar) ¿¡Tu qué!? (Sorprendida)

Neko : (Caída anime) Aún no te habías dado cuenta… (Gotita anime)

Sumiko : ¿Desde cuándo?, ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Porqueee? (Sin saber muy bien ella misma lo que decía)

Neko : ¿Qué?... Porque me miras así… Te lo dije ayer, ¿Qué haces cuando te hablo?

Sumiko : ¡Si yo te escucho siempre!, y no me lo dijiste…

-                                                      En ese mismo momento: Mente de Sumiko : ¡Apúntate al club de futbol!, ¡Apúntate al club                               de futbol! (Voz de Paul)

Neko : No… que va … yo no te lo dije. (Irónicamente). Bueno, dejando el tema, he comprado algo para comer hoy (enseñándole las bolsas con la comida).

Sumiko : Así que era eso… (Vestida de detective, y con la mano en la boca pensativa)

Neko : (Ignorándola) Voy a hacerme un café, ¿Quieres algo?

Sumiko : (Caída anime) ¡Pero no pases de mi! , yo quiero un zumo por favor.

Neko : Está bien enseguida van. (Caminando hacia la cocina)

Neko preparó el pequeño desayuno y después se dirigió al salón donde se encontraba Sumiko.

Neko : Toma (Entregándole una taza con su zumo)

Sumiko : Gracias… (Sonriendo)

Neko : Por cierto, ¿Qué vamos a hacer con el hotel?, es muy grande para nosotras solas, no podemos quedárnoslo como una casa, ¿no crees?

Sumiko : Supongo que tienes razón, lo importante ahora es limpiarlo a fondo y luego ya veremos lo que hacemos (Dejando su taza de zumo en la mesa, la cual ya se había terminado)

Neko : De acuerdo. (Asintió firmemente con la cabeza)

Cuando terminaron de desayunar se pusieron manos a la obra, tenían que dejar aquel enorme tradicional japonés todo impoluto a ser posible en esa sola mañana. Sonaba algo imposible, pero trabajaron dejándose la piel, ya solo le quedaba la parte antigua donde dormían ellas, cuando era aproximadamente la hora de comer; así que Neko se puso a cocinar y Sumiko siguió limpiando un poco más, principalmente su habitación. La comida estaba lista, comieron y sobre las 4 de la tarde ya habían terminado de limpiar toda la casa.

Sumiko : Uff, que cansada estoy… creo que no había hecho tanto ejercicio desde hace años.(Dijo tirada en suelo, secándose el sudor de la frente y suspirando)

Neko le ofreció una botella de agua.

Neko : Bueno, tengo cosas que hacer… voy a ducharme, ya nos vemos esta noche.

Sumiko : Vale… (Aun tirada por los suelos)

Neko terminó de ducharse y se fue.

Sumiko repitió las mismas acciones, solo que ella no se dirigía al mismo sitio; ella iba hacia al club de fútbol donde se encontraban los demás.

Todos estaban dentro, cuando Sumiko entró por la puerta, buscó desesperadamente a Paul, pero como no lo encontró agachó la cabeza. En ese momento unas manos le rodearon la cintura cariñosamente.

Paul : ¿Qué tal has pasado hoy el día?, Sumiko-sempai. (Dijo apoyándose en su hombro y sonriendo)

Sumiko : Pp--aa--uul…(Cortándose la voz)

Mark tosió para llamar la atención, miró a Paul y encarnó una ceja. Se dirigió hacia ellos.

Mark : Emm, ¡para, basta, alto, ya! (separándolos y cogiendo a Sumiko de la mano)

Una pequeña tensión se respiraba en el aire; pero mientras tanto Neko se situaba frente a las puertas de la casa de Byron.